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Miércoles, 15 Diciembre 2010 19:18

Con ganas de más zombies

Escrito por  Publicado en The Walking Dead

Ya me lo imaginaba antes de empezar, y se ha confirmado: la primera temporada de la serie The Walking Dead deja con ganas de más, de mucho más. Seis episodios son muy pocos, y si encima tienen la calidad que han demostrado y abren tantos interrogantes sobre el futuro de sus protagonistas, la consecuencia no puede ser otra que justo después de terminar el último episodio ya desearíamos ver el siguiente. Pues paciencia, porque parece que deberemos esperar hasta octubre de 2011...

Lo que ha conseguido esta serie en su primera y breve temporada es muy destacable. Si existe un género visto, revisto, hecho, rehecho e incluso parodiado, ése es el de los zombis. Desde finales de los años 60, cuando George A. Romero aterrorizó a los espectadores de los cines de todo el mundo con La noche de los muertos vivientes, las sucesivas versiones e interpretaciones del tema han sido tan abundantes (y no siempre bien conseguidas) que la verdad es que, en principio, casi daba pereza empezar a ver una serie sobre zombis.

Pues sería un gran error. Aunque evidentemente nos encontramos con muchos de los elementos comunes del género (los humanos obligados a convivir en un espacio reducido, la lucha por sobrevivir, un mundo devastado y dominado por muertos hambrientos de carne humana -o animal-, el origen incierto del apocalipsis, etc.), The Walking Dead tiene un tono y una personalidad propios, y está enfocada de una manera tan especial que prácticamente no nos daremos cuenta de estos tópicos.

Aunque en cada episodio aparecen zombis (a los cuales, curiosamente, no se menciona con este nombre ni una sola vez), la historia se centra sobre todo en los humanos y en su forma de afrontar la situación desesperada en la que se hallan, cómo intentan ver empezar un nuevo día, cómo algunos tienen la esperanza de conseguir salir de esa situación y cómo otros la van perdiendo, y cómo intentan no olvidar quiénes son, ya que no quieren perder el espíritu y el alma humana: por ejemplo, se entierran a los humanos que han muerto, pero se queman a los zombis. O cuando Rick Grimes, antes de descuartizar a un zombi, le coge la cartera de los pantalones y lee su nombre en voz alta delante de los demás, como para recordarles que no hace mucho tiempo era un hombre exactamente igual que ellos.

Estos seis primeros episodios, de hecho, prácticamente se pueden considerar una introducción algo prolongada, una especie de prólogo de lo que será la aventura de verdad. Aunque el ritmo es desigual a lo largo de la temporada (y eso, al ser tan corta, es un punto criticable), y que se nota el peso del extraordinario episodio piloto, la serie es coherente, la calidad es máxima, la ambientación espectacular, las actuaciones convincentes y la materia prima (el cómic en el cual está basada la serie) garantiza que tendremos material de sobra para ir sumando temporadas sin miedo a que se agoten las ideas.

Precisamente los incondicionales del cómic han puesto el grito en el cielo y critican que la serie se está alejando de la trama desarrollada en el papel. En mi opinión esta discusión (igual que la de si el libro es mejor que la película, de lo que ya habló nuestro compañero Trajano en este excelente artículo) no tiene demasiado sentido, ya que se trata de dos lenguajes diferentes y por lo tanto no tienen por qué enfocar las temáticas ni las historias de la misma forma. En cualquier caso yo, que no he leído el cómic ni lo pienso hacer para no chafarme las sorpresas que pueda depararme, sólo puedo decir que la serie me parece excelente y que estoy absolutamente convencido de que no sólo continuará así, sino que el nivel incluso aumentará. Qué lejos queda octubre...



Tony Soprano colabora en culturaencadena y además tiene su propio blog sobre series (en catalán): https://seriegem.blogspot.com